El mundo del futuro, que está más cercano de lo que muchas veces suponemos, podría ser el hábitat de los robots, quienes incluso se espera dominen gran parte de las actividades humanas y la vida diaria del hombre.
La robótica es una de las claras tendencias de futuro. La posibilidad de que una máquina adopte aspecto casi humano y sea capaz de operar, casi en su totalidad, como una persona normal es un concepto que intriga, interesa y, al mismo tiempo, intimida.
La tecnología robótica avanza día a día a pasos agigantados, y muchos dilemas o problemas que los robots plantean, y que la sociedad humana aplazaba hacia un futuro lejano, se vuelven actuales, como por ejemplo el caso de la desigual competencia entre humanos y robots por el empleo.
Por otra parte, a medida que la ciencia y la ingeniería perfeccionan sus desarrollos robóticos se puede empezar a comparar los prototipos actuales con lo que hasta hace pocos años imaginábamos que sería el futuro.
Con este intenso progreso de la inteligencia artificial, la robótica está comenzando a dejar de ser una temática del futuro para convertirse en un asunto del presente.
Los robots complementarán a los seres humanos incluso en las tareas más complejas. Veremos desde robots encargados de cuidar y limpiar el hogar hasta robots capaces de ofrecernos asistencia médica. Y es que muchas de las profesiones actuales podrán ser desempeñadas, en algún momento, por un robot.
Un grupo de investigadores ha realizado un estudio según el cual en apenas 30 años los humanos deberán competir con los robots por los puestos de trabajo; lo cual implicaría en muchos casos la necesidad de injertar implantes que vuelvan a los humanos más robóticos, es decir, más eficientes para esta competencia.
Según el estudio, citado por el periódico británico Daily Mail, en 2040 el humano tendrá dificultades en la vista, cinturas anchas y genitales más pequeños que ahora, por las exigencias laborales a las que estará sometido. Por esta razón aparecerán los implantes biónicos, similares a los Smartphone en los oídos, chips de seguridad en los dedos, y todo lo que se invente y favorezca a mejorar la aptitud física y mental.
De todas formas, el estudio advierte que todavía muchos empleos no podrán ser reemplazados por robots, como los que implican la toma de decisiones, la creatividad; o como por ejemplo, la construcción de robots.
En base a estas predicciones, ya existen pequeñas asociaciones alrededor del mundo que trabajan en la creación de los conocidos como «Derechos Robóticos», un listado equivalente a la Declaración Universal de los Derechos Humanos recogida por las Naciones Unidas durante los años cuarenta. En ellos se trata de preservar la integridad de los robots y su consistente integración en la sociedad humana.
Todas estas iniciativas impactan fuertemente con el paradigma en el que vivimos. Robots reemplazando a los seres humanos en el trabajo, diagnosticando enfermedades, o con una declaración similar a los Derechos Humanos. Las dudas no hacen más que sucederse respecto a esta tendencia.
Pero quizás debemos plantearnos lo siguiente: hace cincuenta años, el mismo escepticismo era aplicado sobre la realidad virtual, los teléfonos móviles inteligentes y los vehículos autónomos, sin embargo, hoy, ya son una realidad, forman parte de nuestro diarismo y complementan nuestra vida. Puede ser entonces, que los robots sean también nuestra compañía para un futuro cercano y concreto.
Algunos de los robots que ya comparten nuestras vidas.