Sabemos que el miedo a fracasar forma parte del ser humano, nadie quiere fracasar, entonces ¿es posible tenerle miedo al éxito? Sí, por supuesto, cuando estamos empezando queremos que el negocio prospere, pero la vez sentimos que estamos haciendo algo malo, ilegal o que no merecemos triunfar. Este fenómeno puede ocurrir por diversos factores:
La Percepción del Éxito en la Sociedad
En primer lugar, hemos crecido en una sociedad que a menudo ha relacionado la humildad con la pobreza y que eso está bien. Que los negocios y las personas con cierta prosperidad son malos por naturaleza. El éxito económico está mal visto o es moralmente cuestionable. Es importante comprender que la humildad se refiere a nuestros valores como personas, mientras que la pobreza se refiere a nuestra situación financiera. Ambos conceptos no están necesariamente vinculados, por lo que puedes encontrar personas muy buenas o personas mezquinas sin importar el nivel económico de ellas.
El síndrome del impostor y el auto sabotaje
En segundo lugar, el síndrome del impostor es otro factor que puede generar miedo al éxito. Este síndrome se caracteriza por sentir que los logros obtenidos no nos pertenecen, y que en algún momento seremos expuestos como un fraude. Esto puede llevar al auto sabotaje y a no reconocer nuestros propios méritos y capacidades.
Ganando Experiencia y Confianza
Cuando empezamos puede que de repente tengamos mucho éxito, pero con poca experiencia, no hay un camino recorrido por lo que nos puede llevar a la falta de autoconfianza. La solución está en entender que es más importante lo que logras que lo que cobras, puedes comenzar a ganar experiencia ayudando a otros emprendimientos que también están empezando.
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¿Cómo podemos superar el miedo al éxito?
Una forma de abordarlo es cambiar nuestra perspectiva sobre el dinero y la prosperidad. Si pudieras usar el dinero que tienes ahora mismo en tu bolsillo o cartera para ayudar a una persona ¿Lo harías? ¿Y si tuvieras 10 veces ese dinero? Si podemos tener buenas acciones con poco dinero, imaginemos todo lo que pudiéramos hacer con mucho.
Mereciendo el Éxito
Entonces debemos procurar prosperidad, pero en lugar de ver el dinero como la meta principal, debemos considerarlo como una consecuencia de nuestro trabajo y esfuerzo. Enfoquémonos en crear productos o servicios que realmente beneficien y aporten valor a los consumidores y a la sociedad en general. Al hacerlo, estaremos contribuyendo de manera positiva y generando prosperidad tanto para nosotros como para los demás.
Recuerda que el que no hace más de lo que le toca no recibe más de lo que merece. El éxito es el resultado del esfuerzo, el talento y la dedicación, y que merecemos reconocer y valorar nuestros logros.
Dane Granado
Espectacular reflexión…